miércoles, 4 de diciembre de 2013

ARTÍCULO: Con la venia, señor Juez


Juez Emilio Calatayud


      Si algo ha caracterizado a los adolescentes de cualquier época y lugar, es la necesidad de autoafirmarse y oponer su yo al de sus padres y al de la mayoría de personas que no forman parte de su grupo de iguales. No es de extrañar, al fin y al cabo la vida es la misma obra de teatro con diferentes actores. 

     Sin embargo los adolescentes actuales tienen una característica especial: han crecido como sujetos de derecho y los demás somos sujetos de deberes al servicio de “Su Majestad”. No intentemos oponernos a sus deseos y menos convencer con los temidos sermones. Por eso debemos valernos de estrategias y entre ellas he encontrado a mi pensamiento gemelo, el juez de menores Emilio Calatayud. Aceptan y admiten como buenas sus reflexiones y descubren que los valores que se les ha tratado de inculcar no van desencaminados. Como todas sus intervenciones están sustentadas por el sentido común, se pregunta cómo es posible que no se pueda fumar a menos de cien metros de un centro educativo, mientras se permite que menores se emborrachen en la calle.

     Cuenta con cierta sorna, cómo los padres de hace unos años nos obligaban a comer, y los de ahora después de disertar ampliamente sobre las propiedades alimenticias de las lentejas, retiran el plato para hacerles un filete a los reyes de la casa. Dos mensajes estupendos para hablar de los peligros del alcohol y de que todo en la vida no se reduce a me apetece, no me apetece. Pues lo dicho: con la venia señor juez y gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario