miércoles, 18 de diciembre de 2013

ARTÍCULO: Me pagan por disfrutar


     Debo hacer muchas cosas y que me gusten porque el tiempo se me pasa volando. pensaba, por pensar, en el tema de mi próximo artículo y se me ocurrió el que acabo de escribir, minutos antes de saber que ya debía enviarlo. Acaba el curso y no me apetece nada. Con muchas más luces que sombras y por encima de todas las polémicas de las que vaya acompañada, la enseñanza proporciona innumerables satisfacciones. 

    Gracias a los medios de que han sido dotados los colegios e institutos, el alumnado recibe no sólo los contenidos propios de su curso, sino que tiene la oportunidad de ir realizando actividades destinadas a recuperar aquellos que en su momento quedaron sin aprender por una u otra razón.

     Las lecciones ocasionales, las que sirven para inculcar los valores de los que están tan necesitada nuestra sociedad, las tenemos a mano en cuestión de minutos: el día del trabajo infantil, el día de la paz, de cualquier tipo de violencia, del medio ambiente; todo está a punto y preparado para cumplir la maravillosa tarea de ser aprendido y puesto en práctica en un futuro no muy lejano.

   Poner la semilla que dará fruto mucho antes de lo que parece, es algo que satisface plenamente. Hemos llegado, como digo a mis alumnos de vez en cuando, a la enseñanza a la carta. Ya sólo queda pensar que a leer se aprende leyendo, a escribir escribiendo y que nadie puede estudiar por nosotros. El esfuerzo personal es insustituible. Por mi parte sólo me queda decir que me pagan por disfrutar. 

ARTÍCULO: Hay que arrimar el hombro


    Hice mi entrada triunfal en el trabajo el mes de septiembre. Solamente había transcurrido un verano desde que acabé mis estudios, por lo tanto no he dejado ni un día de vivir experiencias en la enseñanza. Lo de "triunfal" lo digo porque me encontré con treinta y ocho alumnos de cinco años, a los que había que atender mañana y tarde. Tengo una foto fija de una cabeza de muñeca llena de bolígrafo, a la que mi buena voluntad solo le cambió el color de las rayas después de una buena friega con alcohol. 

    Eso y poco más tenía para manipular en clase. Si le añadíamos mi inexperiencia, lógica por la falta de práctica, aquello era un sobreesfuerzo tremendo. Pero salí adelante y me encontré con situaciones semejantes: el mismo número de alumnos en un nivel de octavo de EGB.

    Con catorce años tienen la dificultad añadida del comportamiento indisciplinado, que no es sinónimo de malo, de la adolescencia, pero que con cierto control se lleva a buen puerto. Mis mejores alumnos han sido de este curso. En la situación en la que nos encontramos se nos pide arrimar el hombro y si no tiene remedio es mejor tener buena predisposición. Pero exijo, ruego, que a los alumnos y a sus padres se les pida lo mismo.

    Hay muchos libros y ordenadores gratuitos dedicados a nada. demasiados alumnos con el cartel de no me apetece. Bastantes padres tirando la toalla. Si hay que arrimar el hombro, si hay que colaborar, todos por igual.

NUEVOS ARTÍCULOS DIARIO JAÉN

Hola a todos:

En la sección de artículos del Diario Jaén podréis encontrar a partir de hoy dos nuevos artículos: "Hay que arrimar el hombro" y "Me pagan por disfrutar".

Joyeux Noel!

miércoles, 4 de diciembre de 2013

ARTÍCULO: Con la venia, señor Juez


Juez Emilio Calatayud


      Si algo ha caracterizado a los adolescentes de cualquier época y lugar, es la necesidad de autoafirmarse y oponer su yo al de sus padres y al de la mayoría de personas que no forman parte de su grupo de iguales. No es de extrañar, al fin y al cabo la vida es la misma obra de teatro con diferentes actores. 

     Sin embargo los adolescentes actuales tienen una característica especial: han crecido como sujetos de derecho y los demás somos sujetos de deberes al servicio de “Su Majestad”. No intentemos oponernos a sus deseos y menos convencer con los temidos sermones. Por eso debemos valernos de estrategias y entre ellas he encontrado a mi pensamiento gemelo, el juez de menores Emilio Calatayud. Aceptan y admiten como buenas sus reflexiones y descubren que los valores que se les ha tratado de inculcar no van desencaminados. Como todas sus intervenciones están sustentadas por el sentido común, se pregunta cómo es posible que no se pueda fumar a menos de cien metros de un centro educativo, mientras se permite que menores se emborrachen en la calle.

     Cuenta con cierta sorna, cómo los padres de hace unos años nos obligaban a comer, y los de ahora después de disertar ampliamente sobre las propiedades alimenticias de las lentejas, retiran el plato para hacerles un filete a los reyes de la casa. Dos mensajes estupendos para hablar de los peligros del alcohol y de que todo en la vida no se reduce a me apetece, no me apetece. Pues lo dicho: con la venia señor juez y gracias.

ARTÍCULO: La dos caras del fútbol

              Alejandro Rodríguez, un niño de cinco años, dio una lección a todos cuando se interpuso                     entre su entrenador y el árbitro para que no discutieran


            Estoy planchando y empieza el partido entre el Oporto y el Málaga. Tarea cotidiana y monótona donde las haya, pero entre que me encanta escuchar la radio y este deporte, se me hace bastante más llevadera. Como dicen los psicólogos que hay que diversificar las aficiones para ser más feliz, yo lo llevo a rajatabla y me va bastante bien.

           Pero desgraciadamente no van por aquí los tiros. Después de leer la noticia de que un joven de diecisiete años ha perdido el bazo por las patadas propinadas por un jugador diez años mayor que él, y que para agredirlo había aprovechado que estaba en el suelo como consecuencia de un golpe propinado por él mismo, he recordado el comportamiento de algunos padres con los colegiados que arbitran el partido de sus niños. 

            Desde el comienzo, si piensan que está perjudicando a sus “Messis” y “Cristianos”, pues en el fondo en cada uno de ellos están viendo a su jugador favorito, no paran de insultarlos. No estoy hablando de agresiones, ni mucho menos, pero son un mal ejemplo para sus hijos. En alguna ocasión he optado por irme; escuchar expresiones tan vulgares y tan fuertes por parte de las madres es, para mí, insoportable. 

         Hay cuatro reglas para el comportamiento paterno, pero las más importantes son que no griten ni critiquen a sus hijos mientras juegan. No hacer comentarios despectivos del equipo contrario, otros padres o jueces. En definitiva, de algo que nos hace felices, no hagamos también motivo de frustración y agresividad. 

NOVEDADES EN EL BLOG: ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

Hola a todos:

A partir de hoy podréis encontrar esta imagen en la columna de la derecha del blog:

Podréis pinchar en ella y encontrar los artículos que trabajaremos en clase.


martes, 3 de diciembre de 2013

EJERCICIO DE ACENTUACIÓN Y EXAMEN CORREGIDO

Hola a todos:

Os dejo dos tareas para realizar:

1. Copia en tu cuaderno las siguientes palabras. Subraya la sílaba tónica de cada una de ellas y pon tilde a las que les corresponda:

ciempies - inyeccion - averiguar - dieciseis -

 santiguais - observacion - averigüeis - hallaron

adios - veintiun - competicion - continuar


2. Aquí os dejo el material que hemos trabajado en clase sobre las normas de acentuación (examen corregido). Pincha aquí para descargar.