domingo, 12 de enero de 2014

El que escribe, cien veces lee



Si hay algo que llevo mal, muy mal, es ver a un alumno mano sobre mano. Es comprensible que a todos nos apetezca trabajar unas veces más que otras, pero la inactividad y el "no me apetece" hay que dejarlos en el baúl de los recuerdos. Es imposible controlar una mente, obligar a estudiar; sin embargo, es facilísimo observar cómo el texto se va copiando. Lo más importante es erradicar la idea de la inactividad; de cualquier forma todos vamos a estar rindiendo. 

Ya que las redes sociales nos han puesto tan difícil el tema de la escritura, hay que presentar cada vez con más insistencia otros modelos. Tenemos la mejor ocasión para mejorar nuestra ortografía y vocabulario con esos maravillosos libros que nos han "regalado" y que nos negamos, en muchas ocasiones, a valorar y utilizar. Quizá escriba muchas veces sobre esto, pero me quedaría un enorme disgusto si no lo hiciera.

En esta Andalucía que tanto queremos y valoramos, hay que potenciar la cultura de base y acabar con la mediocridad. Basta de confundir el saber con el aprobar y de bajar tanto el listón. Tenemos que potenciar la excelencia y hacer que los buenos alumnos sean un modelo para sus compañeros. Nunca, jamás, dejar de atender la más mínima necesidad; pero estamos consintiendo que en muchas ocasiones el carro tire hacia atrás más de lo que debiera. Quien no quiera estudiar, que escriba, que esto no es gratis.

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