miércoles, 15 de octubre de 2014

SUEÑOS CUMPLIDOS (5ª PARTE)



No hay más pruebas y pocas dudas. El informe de los técnicos queda rubricado el 17 de abril. En su ficha técnica, los entrenadores escribieron: "Jugador con un talento fuera de serie y técnicamente muy desarrollado. Es de destacar su capacidad de regate en movimiento o parado". Tres líneas escritas a mano que son definitivas. 

Se daba la casualidad de que el Nacional, el equipo de Cristiano en Madeira, tenía una deuda con el Sporting de Lisboa, su nuevo equipo, de 25000 €. Pese a ser un jugador de tan sólo 11 años, el Sporting aceptó saldar la deuda a cambio de llevarse a Cristiano como fichaje para Lisboa. Nunca se había pagado tanto por un juvenil. 



Según Pereira, su entrenador, los chavales que salen del fútbol de la calle o que juegan en la playa son mejores porque no tienen miedo a nada, lo intentan todo. Son más frescos, más osados. Tienen más espontaneidad. Cree que a Cristiano las aceras y el asfalto le dieron la base de su técnica y le permitieron conocer las artimañas de su juego. 

Cristiano tiene grabado en la retina cómo fue la despedida de sus hermanos, de su padre. Estaba deseando cumplir uno de sus sueños, pero al mismo tiempo su corazón no quería dejar su casa, sus amigos, su empinada calle del alma, la Quinta Falcao, donde tantas horas había dedicado al balón. Su madre, María Dolores, le acompaña a Lisboa. En el Sporting están convencidos de que Cristiano no sería lo que es hoy sin el apoyo de la madre. "En momentos determinados se ponía de nuestro lado y no del lado de su hijo y eso fue muy importante. Su comportamiento fue vital. Es la responsable número uno de que Cristiano sea hoy Cristiano", afirma el entrenador Aurelio Pereira.



El mismo Cristiano reconoce que lo pasó mal, muy mal, esos primeros meses: "No es fácil a los doce años dejar a tu familia, tu pequeña isla de donde yo venía. No de Oporto o de otra ciudad grande. Llegué solo. Tampoco era normal para los demás mi situación, no lo era para nadie. Tampoco era corriente una oportunidad así. A veces el miedo me acompañaba, pero nunca pudo con mi deseo, con mi sueño. Yo tenía uno, ser un gran futbolista. Y aquí estoy". 

Su vida cambia radicalmente. Por la mañana, hasta las cinco de la tarde, estudia en una escuela pública y por la tarde se entrena con el equipo. El estadio se convierte en su nueva casa durante cinco años. Son siete habitaciones con cuatro camas cada una, una sala para ver la televisión y leer, y un baño. Nunca había habido antes un chaval de 12 años. Todos llegaban con 15 ó 16 años. 

"Al entrar en clase nos llamaban por nuestro número. Yo tenía el 5. Me levanté y dije mi nombre: Cristiano Ronaldo. Todos los compañeros comenzaron  a reírse de mí por mi acento. Se estaban burlando de mí. No me sentó bien. Para ellos es como si hablara una lengua extranjera. En Portugal los acentos cambian mucho, pero el de Madeira es aún más especial. En esos tiempos todos se reían de mí por mi forma de hablar. Yo reaccionaba mal. Tenía 12 años. Pero ahora se puede ver como algo comprensible, como una anécdota".




Continuará...

miércoles, 24 de septiembre de 2014

SUEÑOS CUMPLIDOS (4ª parte)


No es fácil para un niño de 12 años dejar a tu familia, dejar tu isla. A veces el miedo me acompañaba, pero nunca superaba mis deseos, mis sueños. Yo tenía uno, ser un gran futbolista. Y aquí estoy.


LISBOA

En Funchal, su lugar de nacimiento, el talento de Cristiano comenzó a ser objeto de conversación en el mundo del fútbol. Todos los equipos empezaban a quedarse pequeños para un niño de sólo 10 años. Lo primero que tuvieron en cuenta los técnicos de su nuevo equipo, llamado Nacional, fue que el niño estaba poco desarrollado e incluso algo desnutrido, por lo que recomendaron a sus padres que le obligaran a comer algo más de ese plátano y ese yogur que Cristiano se llevaba cuando se iba a jugar a la calle. Años después, cuando fichó por el Sporting de Lisboa, también incidieron en el asunto y le obligaban a tomarse dos platos de sopa al día. 

En dos temporadas comienza a destacar tanto que su nombre vuela al continente. Fernando Sousa, su padrino, está convencido de que su ahijado, pese a tener 11 años, está preparado para dar el gran salto: Cristiano merece un club más importante. Una vez se realizó la gesión, el jugador fue traspasado al Sporting de Lisboa. Un paso de gigante, de 860 kilómetros, los que separan Funchal de Lisboa. Cristiano, que ahora tiene 12 años, parte solo a la capital.


Una llamada de teléfono cambia radicalmente la vida del niño. Corría el primer trimestre del año 1997 y una mañana, Aurelio Pereira, quien era el director de la cantera del Sporting de Lisboa, recibió una llamada desde Funchal. Al otro lado del teléfono, un colaborador del equipo, el cual convence a Aurelio para hacer una prueba a Cristiano. Fue tal el fervor, las explicaciones y el convencimiento sobre el talento de Ronaldo, que Pererira accedió a hacer la prueba. 



De la mano de su padrino, Cristiano fue a la capital. Era la primera vez que salía de la isla, que cogía un avión. Los chicos del Sporting sobrevivían en unos campos adyacentes al viejo estadio del Sporting. Aquellos tiempos eran muy diferentes. Se organizó un partidillo en uno de los estadios de la ciudad. Los organizadores del partido contaron sobre Cristiano:

"Por su físico, Cristiano no llamaba la atención; además había chicos mayores que él en esa prueba". La primera vez que cogió el balón, se fue de dos o tres. Miré a mi compañero y le dije: "¿Has visto? ¿Qué es eso?". Pasaban los minutos y repetía la misma acción, velocidad, regates, coordinación... Nos llamó tanto la atención que le hicimos una segunda prueba. En ese segundo entrenamiento, Cristiano fue determinante. Ya no nos impresionó sólo a los técnicos, sino a todos los presentes. Lo que más me llamó la atención, además de su talento natural, fue su actitud de vencedor. No parecía un chaval de su edad procedente de una isla. No tenía miedo, era valiente".




Continuará...



domingo, 1 de junio de 2014

SUEÑOS CUMPLIDOS (3ª parte)

MADEIRA, NIÑEZ Y UN AMIGO: EL BALÓN

Prefiero verme a mí mismo como un niño. Siempre pelearé por ser un niño, sólo de esa forma es posible encarar las adversidades de la vida de una forma menos difícil, con más optimismo, para aprender y mejorar siempre.

5 de Febrero de 1985. Martes.

En Funchal, capital de Madeira, una familia humilde estaba de enhorabuena. María Dolores y José Dinis, junto a sus tres hijos Elma, Hugo y Katia, andaban revueltos por la llegada de su nuevo hijo. Le llamaron Cristiano Ronaldo: Cristiano, porque significa "el elegido"; Ronaldo, porque era el nombre del presidente de Estados Unidos en aquel momento, Ronald Reagan, un político muy admirado por José.



Todos viven en una casa de protección oficial de tres habitaciones hecha de madera con el techo de uralita en la feligresía de San Antonio, uno de los barrios más populares de la capital construido sobre la ladera de la montaña y de difícil acceso. Se trata de un conglomerado de casas, pero aquella en la que vivió Cristiano y su familia está hoy derribada: sólo existe un descampado y una pista de fútbol.

Bien hubiera querido Cristiano que en sus primeros años, cuando ya le daba patadas al balón en su empinada calle, hubiese existido ese lujo de campo. Lo suyo y lo de sus amigos era puro asfalto con dos piedras como porterías y mucho cuidado para evitar que un coche o una motocicleta te llevara por delante. El día de su bautizo el fútbol ya fue determinante. Su padre había elegido a su amigo el futbolista Fernando Sousa como padrino. Tenía partido a las 4 y el bautizo era a las 6. Como las carreteras no eran lo mejor de la isla, el padrino llegó tarde.



Su infancia estuvo marcada por el balón desde que echó a andar. Comenzó a ir al colegio Gonçalves Zarco, pero ya entonces su única obsesión era la "bola", como dicen en Portugal. Cristiano era un niño sumamente delgado, pequeño. María Dolores sufría por su hijo. Siempre jugaba con niños mayores y tenía miedo de que le rompieran algo. Sin embargo el padre, José Dinis, le decía que nunca le pillarían porque era muy rápido. No es extraño que por aquel entonces le llamaran "abelinha", porque era pequeño, rápido y no paraba de moverse zigzagueando como una abeja. 

Continuará...



miércoles, 21 de mayo de 2014

SUEÑOS CUMPLIDOS (2ª parte)

6 de julio de 2009. Lunes.

Después de almorzar con Alfredo Di Stéfano, Cristiano entra en las tripas del estadio. No hay tiempo que perder. Hay dos entrevistas previstas para Real Madrid TV. Primero en inglés y luego en español. 

- Es un día memorable para mí. Estoy muy contento. Hoy se cumple un sueño. Estoy muy confiado en que aquí voy a ganar mucho. Estoy en el club justo para ganarlo todo. Es un sueño hecho realidad - afirma Cristiano.


El jugador quiere dejar muestras de su sencillez y ofrece su lado más humilde.

- Tengo 24 años y me gusta aprender, sigo aprendiendo. Mi ciclo de aprendizaje no ha terminado. Con 24 o con 40, siempre se aprende. Las cosas no caen del cielo y por eso voy a seguir manteniendo la misma ambición. Es una coincidencia que en mi primer año aquí la final de la Champions se celebre en Madrid. Es un sueño jugarla y ganarla - explica Cristiano.

No puede obviar lo que acaba de ver por las calles según se acercaba al Bernabéu y lo que, intuye, le espera dentro de unos minutos cuando salte al escenario.

- ¿Va a haber un partido? Ja, ja, ja... Es increíble. Todo esto me da más motivación y confianza para dar lo mejor que tengo. Sólo he estado una vez en mi vida en Madrid, pero es una ciudad que me gusta. Los españoles son mucho más parecidos a los portugueses y después de vivir en una ciudad como Manchester, ¡cómo no voy a poder vivir en una ciudad como Madrid!  Aquí me voy a sentir más en casa porque voy a estar más cerca de casa, de mis hermanos, de mi mamá, de mis amigos. Son tres horas de coche, una hora de avión.


Después de la prensa espera el presidente. Juntos entran en el palco de honor. Florentino Pérez ejerce de cicerone. Se acercan a las cristaleras desde donde se ve el terreno de juego. Las gradas ya están prácticamente llenas y falta casi una hora para la presentación.

- ¿Va a haber partido ahora, presidente? - comenta el futbolista riéndose. Sin duda, se muestra impactado por lo que está viendo y viviendo.

- ¡Qué bien le sienta el blanco! - exclama Florentino Pérez. Está emocionado. El futbolista empieza a hacer malabares con el esférico.

- A ver si te va a salir mal ahora cuando salgas, a ver si te vas a poner nervioso... - replica el presidente.

- No, no me pongo nervioso.

Continuará...

martes, 13 de mayo de 2014

SUEÑOS CUMPLIDOS

"Estar en el Real Madrid es la realización de un sueño que yo tenía desde niño. La historia del Real está llena de conquistas a lo largo de las décadas y fue siempre una luz que iluminó mi camino"

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6 de julio de 2009. Lunes.

El primer día del resto de su vida. la fecha en la que rubrica su contrato con el Real Madrid. El primer día que Cristiano pisa el Santiago Bernabéu. El primer día que se enfunda la camiseta blanca. Una jornada que no podrá olvidar fácilmente por mucho que pase el tiempo. Nunca en la historia del fútbol la presentación de un jugador alcanzó tamaña magnitud. Ni siquiera la de Maradona en el San Paolo de Nápoles, de la que justo el día anterior se habían cumplido 25 años.

El barrio de San Antonio de su Funchal natal, su barrio, estaba en fiestas. Como si quisiera celebrar que su hijo predilecto conseguía su penúltimo sueño. Llevaba mucho tiempo, semanas, meses, años, esperando ese día. Desde el 11 de junio que el Manchester United colgó en su página web la noticia del acuerdo con el Real madrid para su traspaso, se imaginaba cómo sería esa su primera experiencia en Madrid.




Se enteró de la noticia en Los Ángeles, donde pasaba unos días de vacaciones con su familia. Tan lejos, con su madre, Dolores, con sus hermanos Hugo, Elma y Katia, celebró la libertad. Él ya sólo quería jugar en el Real Madrid y aterrizó con una etiqueta que no le pesa, pero que tampoco oculta: la del futbolista más caro de la historia. No fue un día de veinticuatro horas. Fueron tan intensas que a Cristiano le parecieron muchas más. Se levantó pronto en Lisboa para asegurarse de que iba a llegar a Madrid en un vuelo privado a la hora prevista. Su agenda estaba milimetrada. Puso el pie derecho en la Base de Torrejón con veinte minutos escasos de retraso. Eran las 12:50. Vestía cazadora roja, vaqueros y deportivas. Pelo muy corto. Bronceado lógico después de tres semanas de vacaciones. Se cubría del sol justiciero que caía sobre Madrid con unas enormes gafas de sol. 

Solo pudo dar tres pasos antes de firmar el primer autógrafo, en un gran póster suyo que regalaba el diario MARCA con motivo de su llegada y presentación. A su lado, Jorge Mendes, algo más que un mánager - representante. Un fiel amigo que le guía desde hace más de ocho años. Por momentos se ve rodeado de los empleados del aeródromo. Una foto, dos, tres. Dos guardias de seguridad le abren paso. Sube al coche. A su lado Jorge Mendes y Zé, su cuñado y también su fiel escudero. Se quita la cazadora. Hace y tiene calor. Luce una camiseta blanca de Nike, su marca patrocinadora.




Intenta contemplar el horizonte, el camino que le lleva a la gloria, a través de los cristales ahumados. Está serio. Habla en portugués con sus compañeros de viaje. Lleva una botella de agua en la mano. Una cámara de Real Madrid Televisión le marca al segundo como si fuera Carragher, el defensa del Liverpool con el que ha tenido muchos de sus duelos más enconados en la Premier. Cristiano no se siente incómodo por el objetivo que le vigila.

Continuará...


jueves, 3 de abril de 2014

ARTÍCULO: Me gusta vivir en un pueblo

Como les habrá pasado a los quince mil visitantes de la feria de los pueblos celebrada en Jaén, dediqué media mañana a disfrutar de pasarme y ver lo que me ofrecían en los stands, las distintas personas que sencillamente esperaban que te acercaras para explicarte, darte, enseñarte cosas de su pueblo, recordarte que por muy pequeño que sea ese pueblo existe.

Me produjo admiración la sencillez de las ofertas: los ajos de Jamilena, el vino de Lopera, los magníficos embutidos de los pueblos serranos, los dulces pregoneros de la semana Santa, los perfumes, la variedad de quesos, en fin, me sentía llamada, a acudir a todos y cada uno para conocer y valorar el esfuerzo que se hace por dar a conocer aquello que se quiere. Asimismo me encantó ver a tantas personas haciendo lo mismo, porque se nos tienen que ofertar actividades para echarnos a la calle y así darle vida al asfalto.

Cuando salimos nos encontramos con establecimientos que viven para que luzcamos el Domingo de Ramos, otros nos ofrecen una soleada terraza para degustar un café entre amigos, cosas sencillas, pero es que la gente de pueblo no necesitamos mucho más para ser felices, porque en ser feliz con poco está la inteligencia.

Y hay mucho arte y mucha sabiduría en la gente sencilla para torear algunas circunstancias. Llegará la Semana Santa, acompañaremos las procesiones, visitaremos nuestros maravillosos templos, y todos luciremos dignamente. Me encanta mi pueblo y me siento orgullosa de él.


REPASO DE FRANCÉS

Hola a todos:

Aquí tenéis los ejercicios de repaso de Francés.

Para descargarlos por favor pincha aquí y aquí.

Saludos